El talento interno marca la diferencia

El talento interno marca la diferencia

En un sector tan complejo, dinámico y cambiante como el tecnológico, la gestión y desarrollo del talento se ha convertido en un tema de especial relevancia. Y es que, el talento interno es una herramienta de diferenciación, cada vez más estratégica, competitiva y protagonista de las decisiones corporativas. Y más en un sector como el nuestro, tractor en estos momentos de empleo y actividad en España.

Actualmente, el binomio empresa – empleado, necesita dar un paso más: una gestión, desarrollo y fidelización del talento, construyendo equipos de alto rendimiento, orientados a objetivos y poniendo al cliente más que nunca en el foco de todas nuestras actuaciones.

La captación de talento no es fácil, pero su fidelización tampoco. Crear un ecosistema laboral en el que los empleados quieran seguir formando parte del proyecto, es, si cabe, aún más importante. Y en este entorno, la responsabilidad de las empresas es crítica en todos los ámbitos: NO TODO VALE y en nuestras manos está el crear, el construir y el generar o, por el contrario, en dejar solares vacíos y carentes de futuro.

Las herramientas clásicas para la gestión del talento como cuidar las condiciones de trabajo, facilitando la flexibilidad, promoviendo la formación, el teambuilding o propiciando la creación de un plan de carrera dentro de la empresa para que nuestros profesionales puedan desarrollar todas sus capacidades y hacer crecer el talento dentro de la propia organización ya no son suficientes. Hay que ir más allá. Hablar “un puesto de trabajo” debe sustituirse por “un proyecto personal y profesional”.

En Emetel hemos hecho una apuesta por el ‘human brand’ o, lo que es lo mismo, conectar a las marcas con las personas. Al final, nos relacionamos con las empresas como si se tratase de personas, teniendo en cuenta el grado de interés y de satisfacción que nos generan.

Escuchemos pues a nuestros clientes externos y a nuestros clientes internos. Pongámoslos juntos, de la mano y en el centro de nuestro negocio. Conozcamos sus preocupaciones, muchas de ellas, comunes, más allá de las laborales, para poder ofrecerles el mejor entorno de trabajo en el que quieran no solo crecer, sino también madurar y, por supuesto, crecer y avanzar. Porque los ingredientes imprescindibles para la gestión del talento son saber identificarlo, captarlo, desarrollarlo y fidelizarlo. Y es preciso que esta realidad alcance a toda la organización, a todos nuestros anillos de influencia.

Los retos se multiplican en un entorno cada vez más complejo. El camino es tan brillante como delicado. Pero el trayecto nos demuestra a todas horas que hemos elegido uno de los trabajos más apasionantes.

¿Estáis de acuerdo?

Diego Incio, Director de Organización, Personas y Tecnología en Grupo Tesalia

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